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martes, 7 de octubre de 2014

Psicología: Evitando los extremos

Evitando los extremos

Cómo hemos visto en el video, las prácticas parentales determinan el comportamiento de los niños dentro de su entorno emocional y social.
Dentro del colegio se habló en la pasada escuela para padres al respecto en donde a modo de taller los padres y una servidora pudimos darle claridad a lo que hacemos en casa.
Pero, ¿Qué es lo que cómo padres nos incita a sobreproteger o ser autoritarios con nuestros hijos?
A través del taller se pudo observar que los acuerdos en las parejas en ocasiones son limitados así como que constantemente está presente el temor, ya sea a la situación social o bien nuestros propios temores no resueltos como adultos que al final nos llevan tanto a sobreproteger como ser autoritarios.
En el primero caso, el miedo a que el niño pueda hacer cosas sin mí como padre, que tome decisiones  en donde la figura paterna tenga una aparente debilidad, por lo tanto, hago todo por mi hijo en donde el mensaje oculto es “tú no puedes sin mi” confiando poco en su sabiduría y negándole la oportunidad de experienciar  dando como resultado niños o jóvenes con pocas herramientas para desarrollarse fuera de casa, en donde la escuela en realidad representa un mundo de posibilidades peligrosas ya que necesita el apoyo, vigilancia o aceptación constante de un adulto. Cabe mencionar que son niños, caprichosos, dependientes, manipuladores, con una aparente seguridad, jóvenes que no desean crecer y pueden tener conductas infantiles y   unos cuantos,  agresores.  Esto me lleva a hacer una invitación a los padres planteando las siguientes preguntas  ¿Qué hombre o mujer estoy formando? ¿Cómo será mi hijo con las herramientas que le estoy dando hasta el día de hoy? Tomemos en cuenta que los estamos formando para la vida y por lo tanto el trabajo está en el presente.  Visualicemos a nuestro hijo diciendo: “papá, mamá… déjame crecer, confía en mí y deja de desconfiar en ti”
Una de las estrategias que pueden ayudar para comenzar a tener conciencia de lo delicado que es educar bajo la sobreprotección es: Responsabilizar a nuestros hijos, es decir, permitir que se equivoquen dejándolos resolver por sí mismos, así como permitirle realice deberes en el hogar que le permitan saberse importante dentro del vinculo. Darle oportunidad de frustrase ya que en repetidas ocasiones existe el temor a decir “no” por lo tanto se niega la posibilidad de que valore cada uno de los objetos y acciones que como padres realizan para él o ella generando así un joven insensible; el deporte es otra estrategia que puede ayudar ya que las reglas de convivencia entre sus pares se da de manera natural lo cual ayudará a que se establezcan límites claros dentro de alguna disciplina deportiva; permitirle que decida, este último es importante ya que no los dejamos decidir ni lo que se van a comer… ¿Cuántas veces tu hijo pide al mesero lo que él eligió? ¿Cuántas veces le dice al tendero lo que requiere? O ¿Va a las tortillas y pide lo necesario? Tal vez te parezcan ejemplos absurdos pero es probable que los niños no sepan enfrentarse a problemáticas de este tipo.

Veamos el segundo caso en dónde de igual forma el miedo está presente, el miedo a que mi hijo no cumpla mis expectativas por lo tanto genero en él o ella una idea de “nunca será suficiente” ¿qué sucede en este caso? Valdría la pena un auto observación  en donde visualicemos cuantas veces me agredo como adulto por no lograr la “perfección” en mis múltiples actividades en donde la Autoexigencia se ha convertido en mi gastritis, colitis y  migrañas  cotidianas. ¿Cuál es el miedo a equivocarse y cometer errores? Al final si no existieran no habría novedad, creatividad, innovación, eliminamos el aprendizaje y por su puesto la experiencia. Es importante mencionar que los niños educados bajo este régimen son pequeños: obedientes, perfeccionistas, temerosos, con baja confianza en sí mismos, buscan constantemente la aprobación de un adulto y depresivos. De la misma forma invito a los papás se planteen las mismas preguntas y reflexionar en lo que un niño bajo esté régimen dirá “papá, mamá… acéptame como soy, tengo miedo de no ser lo que tú quieres como hijo” 
En este caso las estrategias se generan a partir de un auto observación en donde como padres revisemos cuáles son las expectativas propias que se han depositado en el menor  y de esta forma distinguir que parte es educar  para la vida o exigir cumplas lo que yo no he logrado. Una oportunidad de crecimiento es el compartir con el menor alguna actividad en dónde el niño pueda visualizar a papá y mamá a partir del crecimiento, la equivocación y el acompañamiento, puede ser un juego o algún deporte en dónde papá y mamá también se sometan a reglas y puedan compartir su desempeño y no solo exigir a los chicos; dentro de casa, la flexibilidad sin romper con las reglas marcadas podrían ayudar en disminuir la ansiedad presente en la familia
Como podemos observar estos estilos parentales son los extremos de la educación en casa, sin embargo, las características propias de cada uno de los padres puede variar en cada uno de los hijos así como el momento de vida.
Esperando que éste documento les sirva como apoyo en el quehacer diario de la paternidad los dejo esperando sus comentarios al respecto.
                                                                                                                                   Miss Rocío

 

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