PRIORIDADES LDV 2014 - 2015

martes, 21 de octubre de 2014

HEMISFERIO IZQUIERDO O DERECHO


El día de hoy les comparto un artículo que me pareció por demás interesante, ya que  según estudios, los seres humano usamos sólo el 10% de nuestro cerebro, por lo tanto valdría la pena saber de qué forma lo usamos, nuestro estilo de aprendizaje y el dominio de los hemisferios cerebrales en nuestro andar diario

Hay varios factores que definen el estilo de aprendizaje de cada persona. Uno de los más importantes es la especialización hemisférica cerebral.
Es más sencillo de lo que parece, una vez entendemos la manera de operar de cada hemisferio del cerebro. Pero vamos al grano: responde este test para ver si tu niño (de entre 5 y 13 años) es hemisférico derecho, izquierdo, o balanceado.
Responde con “sí” o “no” cada pregunta.
Tu hijo…
¿Se mueve mucho?
¿Se le dificulta la escritura?
  • ¿Comenzó a caminar después del 13º mes?
  • ¿Es extremadamente sensible a la crítica?
  • ¿Ha tenido alergias o asma?
  • ¿Es muy bueno con juguetes que se arman, como legos o megablocks?
  • ¿Es bueno armando rompecabezas y resolviendo laberintos?
  • ¿Si le lees un libro dos o tres veces, o ve una película, es capaz de decirte los diálogos casi perfectamente?
  • ¿Es muy importante para tu hijo que le caiga bien a la maestra para que le vaya bien en la escuela?
  • ¿Se distrae fácilmente? ¿Se la pasa “en su propio mundo”?
  • ¿Le cuesta trabajo ser consistente para terminar tareas?
  • ¿Tiende a actuar primero y pensar después?
  • ¿Le tienes que cortar las etiquetas de su ropa? ¿Prefiere usar ropa especialmente suave o bastante usada? ¿Ama su ropa vieja?
  • ¿Se siente abrumado en fiestas ruidosas, lugares con mucha gente, o con ladridos fuertes de perros?
  • ¿Le choca que lo abracen?
  • ¿Necesita que le recuerdes constantemente que haga ciertas cosas?
  • ¿Es extremadamente competitivo y mal perdedor?
  • ¿Tiene buen sentido del humor? ¿Tiene habilidad para chistes y bromas?
  • ¿Es tan perfeccionista, al grado en que prefiere no intentar nuevas cosas para evitar fracasar?
  • ¿Puede recordar con lujo de detalle eventos (vacaciones, cumpleaños…) que sucedieron hace dos o más años?
Y por si quieres checarte qué onda contigo, o tienes adolescentes (13 o más años), contesta (o dale a contestar) estas veinte preguntas:

Tú...
  • ¿Eres mejor recordando caras que nombres?
  • ¿Cuándo tienes un juguete o un mueble para ensamblar, te gusta armarlo sin leer el instructivo?
  • ¿Te llegan mejor las ideas cuando estás sólo y te puedes concentrar, que cuando trabajan en grupo?
  • ¿Usas imágenes para recordar cosas, en lugar de nombres o palabras?
  • ¿Tienes el oído muy agudo (híper perceptivo)?
  • ¿Le quitas las etiquetas a la ropa? ¿Te gusta la ropa suave? ¿Te molesta la ropa áspera o tiesa?
  • ¿Tiendes a menospreciarte mucho?
  • ¿Cuándo te piden que deletrees una palabra, la “ves” en tu mente para poder hacerlo, en lugar de recordar el sonido de cada letra en orden?
  • ¿Cuándo estudias una materia, tratas de captar la idea general en lugar de memorizar un montón de datos?
  • ¿Eres bueno para resolver rompecabezas y laberintos?
  • ¿Puedes visualizar mentalmente en tres dimensiones? Por ejemplo: visualiza un cubo, gíralo, ¿lo puedes ver desde cualquier ángulo fácilmente?
  • ¿Te tardaste en crecer, llegar a la pubertad? ¿Fuiste un poco más lento que tus compañeros?
  • ¿Necesitas (o necesitaste) que un maestro te cayera bien para poder pasar bien la materia?
  • ¿Te distraes con facilidad, al punto en que te encuentras ensoñando de día frecuentemente?
  • ¿ Eres perfeccionista al grado que interfiere en que intentes cosas nuevas?
  • ¿Eres ultra competitivo? ¿Odias perder, más que la mayoría de las personas que conoces?
  • ¿Eres bueno para “descifrar” a la gente? ¿Te han comentado que “lees” bien a las personas?
  • ¿Escribes más feo de lo normal?
  • ¿Sabes si te tardaste en caminar, o si te tardaste en adquirir ciertas destrezas psicomotoras cuando eras pequeño?
  • ¿Cuando estás en un lugar nuevo para ti, tiendes a ubicarte fácilmente?
Suma todos los “sí” que respondiste. Mientras más “sÍs” hayas obtenido, más dominancia derecha tienes tú o tu hijo.
           Cantidad de “sí”     Especialización
                     0 a 4                muy izquierda
                     5 a 8                    izquierda
                    9 a 12                 balanceada
                   13 a 16                  derecha
                   17 a 20              muy derecha
Esta no es una prueba científica validada. Sólo es para darte una idea general de tu especialización hemisférica cerebral (o la de tu hijo). A continuación describo de manera general algunas características de acuerdo a la dominancia.
La persona con dominancia izquierda
Si respondiste “sí” a menos de 9 preguntas, eres de este grupo. A “los de izquierda” les encanta hacer listas, son muy lógicos y analíticos, se desempeñan bien en puestos gerenciales y tienden a ser gente confiable de quienes puedes depender. Les va muy bien en la escuela. Son ordenados, no faltan a clases ni al trabajo.
No son tremendamente imaginativos. Les incomodan los cambios de rutina, las ideas innovadoras, y los retos que implican moverse de lo habitual. Cuando piensan pueden visualizar imágenes, pero prefieren funcionar más auditivamente. Tienden a almacenar información mental usando nombres, no tanto imágenes. Les gusta platicar, y son muy buenos para tomar notas. Captan muy bien las reglas gramaticales y de puntuación. Los más “izquierdistas” son muy hábiles aprendiendo idiomas.
Les gusta poner reglas y seguirlas. Tienden a aceptar y apreciar lo que leen y escuchan, más que cuestionarlo o pensar independientemente. Brillan en empleos rutinarios, y les va muy duro cuando surge una crisis que requiere de pensamiento flexible para resolver el problema.
Este es el perfil típico de un maestro de escuela, aunque de ninguna manera todos son así.
La persona con dominancia derecha
Mientras más “sí” hayas respondido, más dominancia derecha tienes. Este hemisferio es intuitivo y azaroso en su manera de procesar información. Está adaptado a almacenar la información usando imágenes o escenas, como en películas. Cuando te piden recordar una persona o un evento, de inmediato llega una imagen. Puedes recordar detalles impresionantes, por la fortaleza de tu memoria visual. Por otro lado, las tareas lingüísticas y/o lógicas te cuestan más trabajo. Algunos pocos pueden hacerlo porque desarrollan procesos visuales muy creativos para resolver problemas muy complejos (ejemplo: Albert Einstein). De cualquier forma, los “derechistas” tienen la delantera en el mundo de las imágenes, y se queda atrás en el de las palabras. Desafortunadamente para ellos, las escuelas de hoy son mundos de palabras.
Muchas veces el niño o joven en la escuela tiene un “retraso” al procesar lo que la maestra explica y convertirlo en imágenes en su mente. Cuando la clase va más rápido que su velocidad de “traducción mental”, se confunde y se desorienta.
Este tipo de persona aprende mejor viendo cómo se hace algo, que leyendo o recibiendo instrucciones.
En lugar de aprender a montar la bicicleta por ensayo y error, observan cómo lo hacen otros hasta que se sienten la confianza de que lo pueden hacer. Por esto aprenden a caminar un poco después de los 13 meses (en general, hay excepciones). Tienden a procesar información de manera holística: captan el todo y lo van descomponiendo en partes.
Los “derechistas” tienen a ser genios creativos. El arte, la música y la resolución de problemas pueden ser habilidades especiales en ellos. Su pensamiento es multidimensional, prefieren dibujar y crear a escribir y hablar. Tienen la habilidad natural de retener imágenes mentalmente por periodos muy largos. Muchos arquitectos, constructores y artistas dicen que crean y “ven” la obra terminada mucho antes de hacerla y termina
Precisamente esta habilidad, si se entrena y aprende a aprovecharla, es la que le puede ayudar a tener éxito, en la escuela y en la vida


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martes, 7 de octubre de 2014

Psicología: Evitando los extremos

Evitando los extremos

Cómo hemos visto en el video, las prácticas parentales determinan el comportamiento de los niños dentro de su entorno emocional y social.
Dentro del colegio se habló en la pasada escuela para padres al respecto en donde a modo de taller los padres y una servidora pudimos darle claridad a lo que hacemos en casa.
Pero, ¿Qué es lo que cómo padres nos incita a sobreproteger o ser autoritarios con nuestros hijos?
A través del taller se pudo observar que los acuerdos en las parejas en ocasiones son limitados así como que constantemente está presente el temor, ya sea a la situación social o bien nuestros propios temores no resueltos como adultos que al final nos llevan tanto a sobreproteger como ser autoritarios.
En el primero caso, el miedo a que el niño pueda hacer cosas sin mí como padre, que tome decisiones  en donde la figura paterna tenga una aparente debilidad, por lo tanto, hago todo por mi hijo en donde el mensaje oculto es “tú no puedes sin mi” confiando poco en su sabiduría y negándole la oportunidad de experienciar  dando como resultado niños o jóvenes con pocas herramientas para desarrollarse fuera de casa, en donde la escuela en realidad representa un mundo de posibilidades peligrosas ya que necesita el apoyo, vigilancia o aceptación constante de un adulto. Cabe mencionar que son niños, caprichosos, dependientes, manipuladores, con una aparente seguridad, jóvenes que no desean crecer y pueden tener conductas infantiles y   unos cuantos,  agresores.  Esto me lleva a hacer una invitación a los padres planteando las siguientes preguntas  ¿Qué hombre o mujer estoy formando? ¿Cómo será mi hijo con las herramientas que le estoy dando hasta el día de hoy? Tomemos en cuenta que los estamos formando para la vida y por lo tanto el trabajo está en el presente.  Visualicemos a nuestro hijo diciendo: “papá, mamá… déjame crecer, confía en mí y deja de desconfiar en ti”
Una de las estrategias que pueden ayudar para comenzar a tener conciencia de lo delicado que es educar bajo la sobreprotección es: Responsabilizar a nuestros hijos, es decir, permitir que se equivoquen dejándolos resolver por sí mismos, así como permitirle realice deberes en el hogar que le permitan saberse importante dentro del vinculo. Darle oportunidad de frustrase ya que en repetidas ocasiones existe el temor a decir “no” por lo tanto se niega la posibilidad de que valore cada uno de los objetos y acciones que como padres realizan para él o ella generando así un joven insensible; el deporte es otra estrategia que puede ayudar ya que las reglas de convivencia entre sus pares se da de manera natural lo cual ayudará a que se establezcan límites claros dentro de alguna disciplina deportiva; permitirle que decida, este último es importante ya que no los dejamos decidir ni lo que se van a comer… ¿Cuántas veces tu hijo pide al mesero lo que él eligió? ¿Cuántas veces le dice al tendero lo que requiere? O ¿Va a las tortillas y pide lo necesario? Tal vez te parezcan ejemplos absurdos pero es probable que los niños no sepan enfrentarse a problemáticas de este tipo.

Veamos el segundo caso en dónde de igual forma el miedo está presente, el miedo a que mi hijo no cumpla mis expectativas por lo tanto genero en él o ella una idea de “nunca será suficiente” ¿qué sucede en este caso? Valdría la pena un auto observación  en donde visualicemos cuantas veces me agredo como adulto por no lograr la “perfección” en mis múltiples actividades en donde la Autoexigencia se ha convertido en mi gastritis, colitis y  migrañas  cotidianas. ¿Cuál es el miedo a equivocarse y cometer errores? Al final si no existieran no habría novedad, creatividad, innovación, eliminamos el aprendizaje y por su puesto la experiencia. Es importante mencionar que los niños educados bajo este régimen son pequeños: obedientes, perfeccionistas, temerosos, con baja confianza en sí mismos, buscan constantemente la aprobación de un adulto y depresivos. De la misma forma invito a los papás se planteen las mismas preguntas y reflexionar en lo que un niño bajo esté régimen dirá “papá, mamá… acéptame como soy, tengo miedo de no ser lo que tú quieres como hijo” 
En este caso las estrategias se generan a partir de un auto observación en donde como padres revisemos cuáles son las expectativas propias que se han depositado en el menor  y de esta forma distinguir que parte es educar  para la vida o exigir cumplas lo que yo no he logrado. Una oportunidad de crecimiento es el compartir con el menor alguna actividad en dónde el niño pueda visualizar a papá y mamá a partir del crecimiento, la equivocación y el acompañamiento, puede ser un juego o algún deporte en dónde papá y mamá también se sometan a reglas y puedan compartir su desempeño y no solo exigir a los chicos; dentro de casa, la flexibilidad sin romper con las reglas marcadas podrían ayudar en disminuir la ansiedad presente en la familia
Como podemos observar estos estilos parentales son los extremos de la educación en casa, sin embargo, las características propias de cada uno de los padres puede variar en cada uno de los hijos así como el momento de vida.
Esperando que éste documento les sirva como apoyo en el quehacer diario de la paternidad los dejo esperando sus comentarios al respecto.
                                                                                                                                   Miss Rocío